La única persona de Recursos Humanos allí presente, debido a que el jefe estaba de vacaciones, era un joven italiano simpatiquísimo que, cuando escuchó los motivos del cambio, no dudó en felicitarme y en reconocerme que él habría hecho lo mismo ante semejante oferta. Incluso me contó que su récord de permanencia fue de un día de trabajo en Procter & Gamble.
Mi jefe, quiero decir, mi exjefe, bellísima persona, pero que andaba buscando desde enero dos personas que tuvieran un perfil determinado para su departamento, se lo tomó en todo momento con una sonrisa. A pesar de que no deja de ser una pequeña patada en los huevos.
Esta semana me citarán para hacerme el reconocimiento médico, pero no empiezo hasta septiembre, con lo que me van a sobrar unos ociosos días de verano que creo que habré de disfrutar, en parte, en Zaragoza. Está claro que me está costando lo mío salir indefinidamente de allí, pero esta vez merece la pena.
1 comentario:
Se te ve guapete en la foto, eso es q el cambio te ha sentado bien jeje!!!me alegro x vos señorito!!weno un besico gordo y q vaya bonito!!!ciaoooo
Publicar un comentario