lunes, 13 de julio de 2009

Werchter, primer día


El primer día del Werchter, hasta que instalas la tienda, cambias la pulsera, entras al recinto y te pides una cerveza, todo te hace plantearte ¿es necesario tanto sufrimiento estando de vacaciones?. Filas, filas y más filas bajo un sol horrible a más de treinta grados. ¿Esto es Bélgica o Castilla La Mancha?

El festival empezaba con Eagles of Death Metal, a quienes vi bajo la sombra de un árbol, ya que tocaban a las cuatro de la tarde, hacía un solazo castigador, y los había visto ya en la sala Caracol, en marzo, en primera fila. El tipo se llevó a su madre y a su hijo y no dejaba de gritar ¿ves mamá? me quieren, me quieren.

La primera noche tocaban Placebo, Oasis y Prodigy. Ni siquiera recuerdo quién tocaba en el escenario pequeño. Esta fue la única noche que creo que iba un poco ebrio. La batería de mi móvil desapareció aquí, como María y Carlos comprobaron en parte, y todavía ando esperando la factura de este mes para saber exactamente cómo me lo pasé de bien...

He de decir, ahora que Javi ya habrá vuelto del festival de Bilbao y no le chafo nada, que Placebo me decepcionó un poco. Dieron un concierto correcto, pero le faltó conectar con la gente. Tocaron como unos autómatas, thank you Belgium, pasar por caja y a casa.

Oasis en cambio fue, milagrosamente, un concierto de puta madre (expresión que encanta a los guiris). Había quien los había visto en Madrid (55 minutos) y en Estocolmo (1:05) este mismo año y contaban que iba a ser un compendio de canciones del último disco y clásicos alrededor de una hora. Sí, y un huevo. Champagne supernova, Wonderwall, Live forever, Don't look back in anger, Slide away y un final de concierto con I am the walrus de los Beatles. ¡Uf! Todavía se me ponen los pelos de punta.

Y luego salió Prodigy, con su "Take me to the hospital" en la parte trasera de su ordenador. En este festival, tres de mis últimos conciertos han sido de rock electrónico. Anda que no saben de tralla estos flamenquitos. La gente enloqueció: miles de machos alfa en celo agitando las extremidades amenazadoramete, con lo que nos mimetizamos con el entorno. Rafa hizo un acertado análisis del concierto y llegó a dos conclusiones: cree que el blanquito y el negro se conocieron en una biblioteca, y que él y yo somos los peores dancers del planeta.