Febrero sin exámenes es un mes maravilloso, pero perder la noche de fin de exámenes es el precio que hay que pagar por él, salvo que tengas una amiga que acaba lo que tú no tienes que hacer. Esto mejora mucho la situación.
22 horas marathonianas con Bea. ¿No quieres taza? Pues taza y media. Quedamos a las 22:45 (aunque llegó tarde, qué novedad) y aun a pesar de estar muertos de cansancio los dos, nos dieron las 5 en la sala Z. A casa de Bea a dormir. Esto de no llevar gafas es un invento. Ahora puedo dormirme en una marquesina del autobús si me da rabia porque ya no hay que preocuparse de si donde cierro los ojos hay líquido para las lentillas. Así que cama, despertar y birra de desayuno para superar la resaca (el mejor consejo de mi médico personal, como ya he comprobado en varias ocasiones).
Nos fuimos al centro en un día espléndido, a comer de tapas y de compras. La pena es que a las dos y media estábamos comidos, pero todo cerrado. Dos cafés con hielo más tarde, fuimos a tomar el sol a la Plaza del Pilar. La última vez que estuve en esta plaza durante el día fue en fiestas, y sólo se podía estar de pie, pero ayer nos tumbamos en un banco al sol, como vagabundos, hasta la hora de irnos de compras. Tras patearnos todo el centro, la mitad de las tiendas (con todas sus antipáticas pero estupendas dependientas) nos echamos un Guitar Hero en casa. La llevé en coche a casa, bolsas de la compra incluidas y el cronómetro marcó 22h de plan en común. Y todo sin sexo, por simple amistad, pero cuenta con que más adelante te recordaré el día de mi cumpleaños, que me he ganado una bicicleta.
1 comentario:
eres un perrooooooooooooo!!!!jeje pero gracias por las 22h!!!pa tu cumple llegaremos a las 24,y lo de la bici ya veremos....(si se q luego no la vas a utilizar...)asi q ya ire pensando en otra cosa jjeje!!!y ya sabia yo q lo de pasarte las fotos no era buena idea!!!:( jeje.bestes
Bea
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