Estoy acabando la presentación del proyecto, la que haré ante el tribunal. Es mi último trámite antes de ser ingeniero y me cuesta bastante darme cuenta en qué punto estoy. Cuando pienso en el tiempo, siete años y tres meses, me parece una barbaridad, pero recuerdo perfectamente el primer día de Universidad. No es raro, habida cuenta de que también recuerdo el primer día de COU, el primer día de BUP en un nuevo colegio, el primer día en el Instituto de Francés, con unos 11 años, incluso ciertas cosas del primer día de 2º de preescolar en mi primer colegio. Me sorprende cómo hay cosas que no se olvidan.
Recuerdo cómo el primer día, durante mi primera hora de Universidad, el profesor de Álgebra pronunció su solemne frase, quizá repetida en las facultades de ingeniería de medio país, humor del profesorado, de ese que comparten en los simposios, los congresos y las conferencias, que decía:
"Mirad al de vuestra izquierda, mirad al de vuestra derecha, pues al año que viene sólo estaréis uno de los tres". Hubo risas nerviosas. Jajaja, qué sentido del humor tiene este señor. Y es que había que verle, María Teresa Fernández de la Vega en hombre, lo que menos le pegaba era contar chistes o sacarse conejos del sombrero. Pero el vaticinio fue de una precisión pasmosa: Al año que viene no estaba ni el de mi izquierda, ni los dos de mi derecha, en una fila de seis asientos, en la que estábamos sentados cuatro. Glups.
Mi primer examen fue de Dibujo Técnico (que por cierto aprobé, aunque no repetí tal situación hasta julio). El último día de clase, a las 8:50 de la mañana, nuestro profesor se despidió con un
"Que tengan suerte en la convocatoria. En la primera, en la segunda, en la tercera..." Y se fue.
Y así pasaron los años, y los exámenes, y las prácticas, y las pochas, los cafés, las horas de biblioteca, y las fotocopias de apuntes, de exámenes, de ejercicios resueltos, y los bocadillos por la mitad, las canciones de la tuna el día de las asociaciones, los Welcome Packs, las chuletas en la HP, los guiones de otro por tus manos, y los viajes del edificio A al B y al C antes de que tuvieran nombres. Ya no más.
El día 10 empiezo prácticas en empresa y seré alumno de una nueva Universidad. Raro, raro, raro.
Oostende, Bélgica. Abril 2007.
1 comentario:
sniff...me ha gustado mucho tu entrada!!! y ENHORABUENA!!!!;)un besin (no estoy pa escribir nada bonito,q llevo un dia en ese edificio B....xo un dia te lo pongo jeje) ( x cierto el video mu chulo))))
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