Hoy hace exactamente un año que empecé en mi actual trabajo, y el día 3 lo hizo desde que me instalé en mi piso en Madrid. También estuve aquí durante el mes de julio, pero como el curro duró más bien poco y como estuve en casa de Carla, cuento desde el día 3 de septiembre como mi instalación definitiva, y el 8, como el inicio de algo nuevo.
La gente todavía me sigue preguntando si tengo que ir con traje al trabajo ¿Es esa gilipollez lo más importante que se les ocurre preguntar? ¿Aporta eso algún tipo de información sobre el puesto, sobre mí tal vez?
Afortunadamente, sigue teniendo muchas cosas nuevas. En el día de hoy, como mi secreto regalo de aniversario, he tenido una reunión interna, con personal de otros departamentos, para sacar un papel con la posición común del grupo SANTA GRULA, en relación con una consulta de la Comisión Europea. Hoy era el último día de plazo para enviar el documento y era la reunión definitiva, con cuatro borradores anteriormente modificados. Una compañera y yo estuvimos redactando los borradores y coordinando las respuestas de otros departamentos, construyendo poco a poco una versión consolidada. A ella le había tocado hoy ir a Bruselas, mi otra compañera tenía bastante trabajo y mi jefa, a pesar de estar desbordada, ha bajado conmigo a la reunión, aunque principalmente como figurante, ya que no había podido leer apenas nada de lo que íbamos a tratar.
No sé si se me ve en la cara, pero creo que la gente piensa que llevo menos de un año (¡¡ya no!!), o que soy el becario. Me ha ocurrido durante un debate que cuando he intentado comenzar a hablar, otro ha levantado la voz mucho más alto y más rápido, obligándome a parar y a esperar otro turno. Al menos, cuando he podido hablar sin interrupciones mis comentarios han sido todos aprobados para satisfacción de mi jefa, que ha tenido que dejarme solo tras una llamada de su jefe y me ha pedido que me encargase de sacar el papel. Con su salida de escena, los presentes han de confiar en que un completo desconocido consolide el documento, y no todos parecían muy solícitos.
Han contactado con SANTA GRULA Francia, y nos han dictado un par de frases, en francés. Uno de los presentes me ha dicho que luego me pasaba la frase por correo. Olé, arsa, le he dicho que había tomado buena nota de ello, pero que para confirmarlo se lo leía, y se lo he leído. Bualá, mon fgansé. El tío me escuchaba con una sonrisa de oreja a oreja y yo me imaginaba a mí mismo haciendo la V con los dedos, aplaudido por una multitud de becarios.
Al finalizar la reunión, tras leerles la recapitulación de las últimas modificaciones y aceptarlas, uno de los presentes, jefe de algo, jefe de alguien, me ha dicho que el texto en inglés tenía muchos fallos de redacción, que me iba a mandar el último borrador con correcciones. El muy capullo lo ha dicho mientras nos enseñaba a todos una hoja a doble página y con los fallos marcados en rojo. Le he dado las gracias, qué podía hacer, y le he dicho que cualquier tipo de corrección siempre es bien recibida. Sobre ese papel han trabajado varias personas, y aparecen párrafos enteros míos, de mi compañera, y de tres personas más, pero soy yo al que le está haciendo quedar mal públicamente: Nostradamus, cabrón, me he quedado con tu cara.
Mañana llevare pasteles para celebrarlo, ya que mi compañera estaba hoy en Bruselas, y ella y mi jefa han sido mis pilares durante todo un largo año. Aun con todo, todavía me quedan muchas cosas que aprender.
La gente todavía me sigue preguntando si tengo que ir con traje al trabajo ¿Es esa gilipollez lo más importante que se les ocurre preguntar? ¿Aporta eso algún tipo de información sobre el puesto, sobre mí tal vez?
Afortunadamente, sigue teniendo muchas cosas nuevas. En el día de hoy, como mi secreto regalo de aniversario, he tenido una reunión interna, con personal de otros departamentos, para sacar un papel con la posición común del grupo SANTA GRULA, en relación con una consulta de la Comisión Europea. Hoy era el último día de plazo para enviar el documento y era la reunión definitiva, con cuatro borradores anteriormente modificados. Una compañera y yo estuvimos redactando los borradores y coordinando las respuestas de otros departamentos, construyendo poco a poco una versión consolidada. A ella le había tocado hoy ir a Bruselas, mi otra compañera tenía bastante trabajo y mi jefa, a pesar de estar desbordada, ha bajado conmigo a la reunión, aunque principalmente como figurante, ya que no había podido leer apenas nada de lo que íbamos a tratar.
No sé si se me ve en la cara, pero creo que la gente piensa que llevo menos de un año (¡¡ya no!!), o que soy el becario. Me ha ocurrido durante un debate que cuando he intentado comenzar a hablar, otro ha levantado la voz mucho más alto y más rápido, obligándome a parar y a esperar otro turno. Al menos, cuando he podido hablar sin interrupciones mis comentarios han sido todos aprobados para satisfacción de mi jefa, que ha tenido que dejarme solo tras una llamada de su jefe y me ha pedido que me encargase de sacar el papel. Con su salida de escena, los presentes han de confiar en que un completo desconocido consolide el documento, y no todos parecían muy solícitos.
Han contactado con SANTA GRULA Francia, y nos han dictado un par de frases, en francés. Uno de los presentes me ha dicho que luego me pasaba la frase por correo. Olé, arsa, le he dicho que había tomado buena nota de ello, pero que para confirmarlo se lo leía, y se lo he leído. Bualá, mon fgansé. El tío me escuchaba con una sonrisa de oreja a oreja y yo me imaginaba a mí mismo haciendo la V con los dedos, aplaudido por una multitud de becarios.
Al finalizar la reunión, tras leerles la recapitulación de las últimas modificaciones y aceptarlas, uno de los presentes, jefe de algo, jefe de alguien, me ha dicho que el texto en inglés tenía muchos fallos de redacción, que me iba a mandar el último borrador con correcciones. El muy capullo lo ha dicho mientras nos enseñaba a todos una hoja a doble página y con los fallos marcados en rojo. Le he dado las gracias, qué podía hacer, y le he dicho que cualquier tipo de corrección siempre es bien recibida. Sobre ese papel han trabajado varias personas, y aparecen párrafos enteros míos, de mi compañera, y de tres personas más, pero soy yo al que le está haciendo quedar mal públicamente: Nostradamus, cabrón, me he quedado con tu cara.
Mañana llevare pasteles para celebrarlo, ya que mi compañera estaba hoy en Bruselas, y ella y mi jefa han sido mis pilares durante todo un largo año. Aun con todo, todavía me quedan muchas cosas que aprender.
Veremos este año.
4 comentarios:
Me alegro que hayas tenido un buen día! Muy interesante lo de la reunión.... cuanta envidia se puede ver a veces JASP, ;-)
Seguro q dentro de un tiempo, tu serás jefe de algo y de alguien... sigue así, un besillo nos veremos en octubre ok!! ;)
No me preocupa ser jefe de nadie por el momento. Ahora mismo vivo más cómodo de aprendiz!!! :)
Nos vemos en octubre guapa.
Al día siguiente, en torno a la bollería, una chica que estuvo en la reunión me comentó que el tío le había parecido un capullo por el gesto tan feo
para bollito tú, guapo!
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