Normandía

El jueves me fui finalmente a Normandía y al festival. Cogimos un Opel Zafira para seis personas y lo llenamos realmente hasta arriba. Hacia las 16h30 salimos de Bruselas.

Con intención de evitar una aduana concurrida camino de París, nos dirigimos hacia Lille, y nos perdimo un poco yendo dirección Dunquerque. Compramos un mapa y llegamos a las 22:50 a Caen. En pleno centro de la ciudad, Sergio preguntó al tipo de la foto, el de las pompas de jabón, y sus tres amigos, dónde podíamos acampar en Caen. No tenemos dónde dormir y el albergue está cerrado, pero él nos invitó a acampar en su casa, en su jardín.

Fuimos a su casa, con sus amigos, después de tomar unas cervezas y unas embuscades (=emboscadas) que llevan cerveza y calvados principalmente. Cuando llegamos a su casa montó una fiesta y nos sacó calvados de su abuelo de 1960. Nos quedamos tres de los seis y cuatro de sus amigos. Llamaron los vecinos, nos acabamos gran parte del acohol que llevábamos y acusamos una gran falta de sueño.

Al día siguiente fuimos a la Abadía del Mont Saint Michel, el segundo monumento más visitado de Francia después de la torre Eiffel, uno de mis lugares 'a visitar' en la vida. Aunque unos más cansados que otros, hicimos una visita relámpago de un lugar maravilloso, y nos fuimos hacia Evreux, la ciudad del festival, razón de nuestro viaje a Normandía.

El primer día, después de varios viajes para descargar el coche, control de la policía francesa (nos cachearon a los tres chicos que íbamos de forma muy íntima y desproporcionada) vimos a Maximo Park,The Rakes, y lo mejor de la noche, y en primerísima fila, a !!! (se lee chk chk chk). Vaya conciertazo, muchísimo mejor que los discos. Las luces, las canciones, la ida de olla del cantante (al que abrazamos cuando bajó al foso como colegialas, y al que deseaban las viajeras del Coche1, que salió el jueves de Bruselas) hicieron del concierto un espectáculo. Simplemente me encantó. Los flipados de los asistentes hacen pogo continuamente, al menos los tarados, y realmente están fuera de lugar. Que se lo digan a Bea, que la pobre estaba detrás intentando porculizarme de los empujones que le dieron a la pobre.

A la mañana siguiente fuimos a Giverny, que está a 30km de Evreux, a la casa de Monet, donde vivió y pintó numerosos cuadros de sus jardines. Nos despertaron los chicos de diecisiete años de las tiendas de al lado, que vinieron a beber, follar y gorronearnos amigablemente todo lo que pudieran tomarse. Una de las niñas del grupo, la piba pibe, la chica más chicazo y masculina que hemos visto en la vida, con un voz ronca y machacona se pasó gritado durante una hora hacia las 8h30 de la mañana 'l'apéro' (el aperitivo). Según nos contó más tarde, no fue a ni uno sólo de los conciertos: la muy jodía se pasó dos días en el campamento.


Los conciertos que vi fueron Cake, Clap Your Hands Say Yeah (foto), un puñado de canciones con Sergio de Pete Bjorn and John, y después el grupo de la noche, Kaiser Chiefs.

Volvimos a las tiendas a acabar con lo que nos quedaba, todo el campamento haciendo lo mismo, y entre los Goonies (o gorrunis, acepción equivalente), las bebidas espirituosas y el barullo me dormí en el césped. Cuando desperté (no era el único en estar dormido en el césped) me fui a la tienda más apestosa del lugar, que estaba húmeda de un festival del fin de semana anterior y apestaba a podrido, repleta de comida y mochilas, y con dos bolsas de basura al lado de la puerta. Al día siguiente la gente había tirado un par de botellas, latas y un vaso de plástico a la tienda. Me desperté cuando un francés buscando la basura me tira una botella de agua a la lona de la tienda. Salí dando juramentos ¡no me tires basura, hijo puta! Y la tienda de Sergio se le había caído encima, que más que una tienda parecía que dormía en una bolsa. Sólo la tienda de Julio y Jorge estaba perfecta. Parecía un palacio al lado de apestosa y no-me-tengo-en-pie-ni-dos-noches. Recogimos el campamento, nos despedimos de los Goonies y volvimos a casa
Fueron tres días (descontando los viajes) de risas, música, fotos, fiesta, monumentos como para entrar en detalles demasiado pesados, pero ha sido un viaje francamente bueno. Hay que seguir quemando cartuchos, que queda poco que escribir sobre mi estancia aquí. Hay que joderse qué bien estamos acabando.