lunes, 11 de junio de 2007

Quemando cartuchos













Ya hace unos días que no os contaba nada nuevo.

La semana pasada tuve la evaluación de las prácticas, con el profesor de la Universidad, el de la empresa y la de relaciones internacionales delante. Quitando que hice mi presentación en power point el día de antes, y que era una auténtica cutrez, la evaluación fue muy, muy positiva. El de la empresa empezó a elogiarme y mostrar lo que había hecho a los otros dos jurados, visiblemente contento. Yo estaba allí, quieto, sonriendo como un pavo, y el profesor me miraba de reojo en plan "¿Están hablando de ti? No me lo creo". Y mi maître de stage erre que erre a ponderar mis aptitudes, mi simpatía y mi saber estar. Y yo nada, allí sonriendo y el profesor mirandome de reojo. Entonces -preguntó después de tanto piropo gratuito - ¿Recomendaría usted al señor A. para un trabajo teniendo en cuenta que se ha movido a un alto nivel?

"Sí, pienso hacerlo en septiembre cuando me envíe una copia del proyecto"

Oh yeah!!

El fin de semana anterior, después de mi primer examen del viernes, fuimos a Bulex. Y este viernes último, fiestón en casa de Guillermo. Pero fiestón, fiestón, de los que desaloja la policía, y cuando se ha ido casi todo el mundo decidí que yo me quedo, que van a pensar que se han ido todos. Y así nos quedamos, los siete últimos pelagatos, con nuestra lógica aplastante, que si ya no hay tanta gente, podemos subir el volumen de la música que hay menos ruido, y abrir el balcón que hace calor. No volvieron a venir, pero no hubiera sido realmente demasiado sorprendente. Un montón de gente que no conozco, una borracha acosadora, gente que pilla, gente que se raya, gente que se emborracha, pero esta noche es peor, porque muchos no estarán la próxima fiesta. Vinieron a quemar los últimos cartuchos, y se notó.

El resto del finde viendo fútbol, tenis y saliendo la noche del sábado. De esa mejor no hablar, que no acabó bien. Tal como cerré los apuntes el viernes, así los he abierto hoy a las seis de la mañana, antes de mi examen oral con el profesor más serio de esta facultad, para hacer una relectura. Sí, tengo mucho morro, pues como en la evaluación de las prácticas me lo metí en el bolsillo, ya que mi tutor de la empresa es compañero suyo de la facultad, aposté por que hoy no me lo pondría difícil. Aposté fuerte, yo también quemé cartuchos, me fui de farra y acerté.

16/20 en un examen que ha comenzado fácil, y cuando ha visto que respondía sobradamente, en mi cara una inevitable sonrisa al pensar en mi fin de semana (tanto preocuparme para esto) ha empezado a apurar y a apretar. Creo que no me he defendido del todo mal, y viendo los exámenes de febrero me ha puesto una buena nota. Luego le he dado las gracias por no preguntarme nada sobre protección eléctrica de alternadores, que con Roland Garros, el fútbol y la fórmula uno no me había dado tiempo a leerlo. Se ha reído, qué remedio, ante tanta franqueza. Total, ya no puede quitarme ni la nota ni el fin de semana.

Me queda sólo un examen de la carrera. Uno.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

se me ha orvidao preguntarte... felicidades por lo del proyecto... y por la nota. Y la proxima grande me quedo, que el viernes me arrastraron al abismo.. yo no quería, pero... mentira, sí quería...

Anónimo dijo...

ole, ole y ole!! nada más que poder añadir a tus últimas proezas campeón!! ánimo con el último exámen!!!