miércoles, 20 de diciembre de 2006

Javi. 23 años. Cádiz


Gaditano, rubio, de ojos azules y sin acento. En serio, que es gaditano. Lo pusimos a caldo, vuelta y vuelta, desde el balcón de casa de Guillermo. Resulta que este alma cándida vive en el piso de debajo con dos chicas belgas. Nada que hacer, os lo digo yo, si hay que competir contra Javi. Si no que le pregunten a la italiana, encantada de verse pretendida por tan apuestos pretendientes (sí, yo era el otro, acertaste sagazmente) pero que, aprovechando un descuido para ir a vaciar la cerveza, terminó rendida ante los encantos de Javi. Empezamos mal, comediante, que seguro que eres hijo de un sueco.

Sinceramente es de las personas más discretas que conozco en Bruselas. ¡Y es un cocinero en potencia!, chicas, sabedlo, pero... también que está pillado por una de esas dos guapas y simpáticas compañeras de piso. Tampoco es que haga falta demasiado para hacerme hablar a mí, pero creo que este tío sabe como sacarte las cosas. 'Estudia periodismo', lo que se traduce por 'aprende a leer y a escribir pagando'. Además, graba vídeos comprometidos de primer orden, que luego se deja robar con el portátil. Hay algún cabrón tocándose con esos vídeos en Ixelles. Y sin embargo, Javi, que tiene que aguantar a que se vayan todos antes que él, que vuelve el 23, está siempre optimista y sonriente.
Espero que lo pases bien en casa en Navidad, y que no te encuentres con el ánimo dividido por querer volver a Bruselas. Yo también quiero volver, jejeje y que me prepares una tortilla de patata.

lunes, 18 de diciembre de 2006

Sergio. 22 años. Huesca


Al primero de todos los que conocí, incluso compartí clases y exámenes no-Erasmus en Zaragoza. Llegó molido con exceso de equipaje el domingo 17 de septiembre, y anduvo zigzagueando antes de llegar al albergue con sus maletas. Quizá lo hizo porque es curioso, pero creo que en verdad es porque se perdió. Risueño, gritón, responsable, deportista, cinéfilo y melómano, aunque puede creerse que entre bola y bola del Atomium hay un tobogán. Habla en sueños, no puede aguantar la risa cuando está défoncé y nació, de entre los tres tipos sin estrella que fuimos juntos a buscar piso, el más estrellado del grupo. Sin duda. Elegir mal el lado de una moneda puede suponer una casa distinta en Bruselas.
El caso es que es el que más cerca vive de mí, y ahora que tiene recién redecorado su cuarto (antes, la decoración era la ropa mojada que tendía de su ventana), va a pedirse un piso nuevo para los Reyes Magos. Esperemos que se lo traigan, que no se merece a Laure. Ni Laure le merece a él. Cacho guarra.
Mañana volvemos juntos, casi como llegar hasta aquí, a Barcelona. Creo que tiene ganas de volver a casa, y realmente lo merece, después de su marathoniana última semana de trabajos. Hoy se ha ganado el derecho a que salgamos y nos emborrachemos. Vale, vale, vale...

Carla. 22 años. Burgos


Esta es Carla. Es un desastre, si viviera conmigo nos morderíamos. Acabo de dejarla 'haciendo' su maleta. La persona con menos equipaje del mundo. ¿Y para qué? Si total se amuebla el piso yendo de basuras (pero todo con muy buen gusto).
Vaya susto comprobar que el vuelo que reservó en septiembre para volver este jueves se lo habían cancelado. Ida y vuelta, sin haberla avisado. Se ha tenido que reservar otro vuelo para mañana por la mañana y volver el día 4 de enero. Más del doble del dinero, y encima nos deja unas horas antes.
Vuelve a Madrid, esperemos que para tomar la fondue con sus amigas, dos días antes de lo previsto y luego a Burgos, donde le esperan sus tres mejores amigas (muy guapas, que vengan cuando quieran, que ya sabes que soy cariñoso).
La conocí en nuestra primera salida nocturna al Soho. No sé si algún día coincidiremos de nuevo en el Soho, pero creo que no. Qué rara me pareció. Y qué rara es. Pero qué haríamos sin ella, sin sus rizos compulsivos, su risa inconfundible, sus vasos robados, sus botas con agujeros, sin su compañía y su complicidad para contarle cualquier astracanada...
Y es que me muero y no te educo. Un besico, y cuando quieras, un asterisco antidepresivo, pero con complicidad ¿eh? Todo con mucha clase.

Bea. 23 años. Soria


En estos momentos Bea va camino del aeropuerto. Qué raro, pues fue con ella con quien vine a Bruselas desde Zaragoza, viaje en autobús incluido. Maldescansamos en Barcelona, comimos chucherías, desayunamos en el avión, sobre Francia, imagino, porque no había más que nubes blancas debajo de nosotros. Anduvimos buscando nuestras maletas durante un buen rato, subiendo y bajando pisos en el aeropuerto. Tren y al albergue Van Gogh.
Sábado 16 de Septiembre. 16:00 de la tarde. Una terraza a la que nunca más hemos vuelto.
Nos pillamos una buena tontería a base de sangría. Conocimos a un belga de orígenes gallegos que nos invitó a una cerveza. Bea probó el mazout, cerveza con Coca-Cola. Degoutant. Ella dice que no, pero nunca ha vuelto a pedirse otra.
Hoy me ha regalado una pipa. De las de tabaco no. De las otras. Pero no sabemos muy bien cómo funciona ninguno. Habrá que probarla ¿no?.
Espero que pases una feliz Navidad con tu familia y amigos, y es probable que nos veamos en Zaragoza si te acercas a ver a tus amigas del CPS. Feliz año nuevo, y nos vemos en pocos días en esta ciudad que se vuelve más gris cuando alguien se va.

Es por eso que hay que quedarse, para darle color ¿no?. (Y este ¿no? es de los tuyos).

domingo, 17 de diciembre de 2006

Se acaba el otoño. (Esperando el invierno)


Se acaba la semana, y con ella mi último fin de semana en Bruselas. Ha sido rara y agotadora, por los trabajos, por la falta de horas de sueño, por la independencia de la zona flamenca en televisión, por dejarme las llaves en casa de alguien, por las 48 largas horas sin ducharme ni lavarme los dientes, por escribir una carta que aun tengo sobre la mesa, por el acoso recibido en el móvil por una mujer, porque el Cointreau emborracha aunque entre solo, porque el Soho no es un gran sitio, porque el Centro Cabraliego sí que lo es, por la cena en casa de Cathleen y Antoine, por el cumpleaños de Gema, por seguir al pompón blanco y seguirlo en vano, por quedar para jugar a los bolos y acabar tomando copas, por haber perdido el reloj, porque mi compañero de trabajo es marciano, por improvisar totalmente una presentación en el curso de francés, por haber desayunado un Redbull y tres expressos, por las vaciladas a los trilingües de la fiesta del primero, por los cuelgues con mi vecino a medianoche, por la escasa y deficiente alimentación, porque las pelusas que corren por el suelo tienen el tamaño de un cojín, porque mi mp3 no me ha abandonado en ningún trayecto...

Ha sido una semana intensa llena de risas, de enfados, de bostezos, de despedidas, de besos...

No me gusta pensar que se acaba. Pero por desgracia, todo se acaba.

martes, 12 de diciembre de 2006

Una cena en Maxim's






Qué lejos quedan las prácticas en empresa que empecé en Octubre, y la verdad, qué poco me importa haber tenido que volver a la Universidad.

Salvo por una cosa: las comidas que me pegaba. Que aquí estoy, cenando arroz con zanahorias y guisantes enlatados. Brrrrrr, me siento fatal. Tengo la sensación de que sólo podría ser peor si tuviera un vaso de leche de soja enriquecida con calcio. Me pondría a hacer aeróbic. Lo juro. Y es que, entre que esta semana es el fin de cierre del primer cuatrimestre, y por tanto, tengo que quedar con Maguila el Gorila para acabar el dichoso trabajo y no puedo ir a comprar, cuando lo hago, evito comprar productos de poca duración, porque vuelvo el martes, y no me apetece tirar comida. Estas latas de guisantes y zanahorias las compré en octubre para períodos de crisis. Ya estoy en crisis. En crisis hipocalórica como tenga que comerme otra.

Y es que ¿qué voy a hacer el lunes con lo que me sobre? Igual monto un Belén con las patatas y las cebollas, que me duran meses ya que no hago grandes cosas con ellas...

lunes, 11 de diciembre de 2006

Monstruo

Es grande y serio. Con un cuerpo desgarbado y una barba perezosa y fea por no afeitarse a menudo. Cuando le hablas te mira fijamente hasta que sus ojos giran, se dilata su pupila y notas cómo te enfoca. ¿Qué estabas diciendo? te dice con una mueca ladeada que quiere ser una sonrisa. Se sube las gafas frunciendo el ceño y no para de morderse las uñas. Intentas explicarle algo muy sencillo, pausadamente y con gráficos y no cesa de negar con la cabeza que él no cree que sea así, hasta que se pone la mano en la cabeza ocultándote de su vista mientras eleva la voz y dice 'noooo'. El silencio le deja reflexionar sus largos diez minutos, que son, en verdad, siglos de impertinencia. No deja de atusarse el pelo y hacerse rizos de cabello sucio con el dedo. Tiene dos brillantes gotas de sangre en la oreja por rascarse con fuerza. Son asquerosamente brillantes y no se secan durante mucho tiempo. No parece haberse hecho daño. Calma, respira, que el monstruo está pensando. Levanta la cabeza ufano, con su mueca ladeada, su sonrisa, y mirando a la pantalla del ordenador ríe y celebra que tienes razón. La sensación que recorre tu cuerpo es la de haberte librado, esta vez y por tener razón, de una bronca. Mejor así, cuidado con lo que dices delante de este gigante, y haz el favor, no seas tan insistente. Firmeza pero suavidad. En su cuarto hay libros de arquitectura de computadores, una silla de aeróbic y mancuernas con las que ejercitarse. Junto a la mesa un frasco de pastillas que rezan algo así como Hueble Hup. Medio lleno o medio vacío, pero se confirman tus sospechas: este tipo se medica. Su madre entra con los cafés belgas y un bol de bombones. Al final de la tarde él se ha comido todos menos uno, que te has comido tú. No obstante te pregunta si quieres el último Kinder Choco no sé qué. Para ti todo, majo, que te estás portando muy bien. Buen chico. Le preguntas si le apetece escuchar Ellington/Hodges y te afirma muy serio que no le gusta trabajar con música. ¿Te importa si me pongo los auriculares?. No, eso será lo mejor. Es raro oírle por encima de una melodía cantar durante diez segundos y callarse de repente. Lo hace durante cinco horas. Quizá oiga música. Te sientes más seguro al haber visto dos veces su apellido en dos buzones. Le preguntaste por esa curiosidad innata que Dios te dio, y ahora sabes que, que su hermano mayor viva en el piso de arriba, sólo puede ser un símbolo de unión muy bueno. O muy malo. La madre se excusó por el lamentable estado de la casa cuando llegaste. Disculpe señora, pero así son todas las casas donde viven jóvenes. Mentira. Tu casa no es así. No salió el sábado, no salió el viernes, no le gusta salir. Hasta mañana a las 9:30. Hoy no puedes quedarte a cenar con él, a pesar de que su madre te ofrezca de postre unos preciosos gofres con forma de corazón. Tienes que ir a la lavandería, o a donde sea. Ni loco te quedarías a cenar en esa casa. Ni a cobrar el gas volverías. Dale los corazones a tu hijo. De lo que se come se cría. Cacho gárgola.

Y sin embargo, no puedes olvidar que es tu compañero en el trabajo que tienes que entregar este viernes. El trabajo que no se acaba nunca, gracias a que el único que sabe programar optimización con restricciones de igualdad y desigualdad en Matlab es él. Estás en manos de tú compañero de prácticas.

Y esas manos están manchadas de chocolate y almendras.

sábado, 9 de diciembre de 2006

Belgas: no compartáis las fiestas

Queridos belgas, con especial cariño a Cyril, el compañero de piso de Guillermo:

No montéis nunca una fiesta con vuestro compañero de piso español y que cada uno se traiga a sus amigos, porque no cuaja. Es cierto que la fiesta comenzaba a las 21h, por eso, a la hora de inicio de la fiesta, sólo acudieron dos personas, de origen belga, y que se fueron antes de que llegase ningún otro invitado. Los primeros españoles, doy fe porque yo formaba parte de la primera tríada que llegó, se acercaron a las 23:00, y eso fue porque cenaron en el piso inmediatamente inferior a donde se organizaba la fiesta.

Tampoco está bien que no vayan más de dos invitados, habiéndoles avisado a todos con más de una semana de antelación, y que de parte del compañero vayan cuarenta personas avisadas en el mismo día. Algunos vinieron más tarde porque habían pasado por otras fiestas.

Que esa es otra, querido belga, definir los horarios de la fiesta, porque seguro que no la montarás al saber que quince personas siguen de pie, con cerveza en la mano, en tu cuarto, a las seis de la mañana. El hecho de ponerte a pasar el aspirador por el cuarto, con la evidente y desagradable intención de que nos vayamos de casa, no hace sino despertar recelo en las relaciones hispano-belgas, y no es un buen momento con las movidas de la Unión Europea y la opa E.ON-Endesa echar más leña al fuego.

Si sigues empecinado en celebrarla, allá tú, pero no te olvides de invitar a los vecinos del edificio, que así disfrutarás de la compañía de alguien que habla perfectamente tu idioma. Que nadie te engañe, hay muchos españoles capaces de mantener una conversación en francés, pero la evitarán si comienzas a hablar de lo maravillosa que es tu carrera de física. Quizá por eso se fue el vecino tan pronto, ya que cara de cansado no tenía.

Cuando creas que las cervezas se han acabado vigila que tus invitados no estén organizando una colecta para bajar al Night Shop de los pakistaníes y hacer un reavituallamiento colectivo. O que tu compañero de piso no haya comprado demasiada cerveza que aguarde en el frigorífico del vecino español de abajo y te la suban, con horror y espanto para ti.

Tienes razón, lo del baño es impresentable. Hay gente que no sabe apuntar. Lo dicho, imperdonable.

Y con todo esto, si aún estás dispuesto a seguir celebrando una fiesta, como la de anoche, estupenda, sonríe pote (=colega).

viernes, 8 de diciembre de 2006

Dos posters para mi cuarto



Las paredes desnudas de mi habitación-salón-vestidor-oficina, color salmón, y que se están desconchando desde septiembre, tienen a bien haber recibido estos dos pósteres esta misma semana. Ya tengo cuatro, pero he sido incapaz de encontrar sus imágenes en internet, quizá porque son un poco chungos (tanto como estos dos). Me está quedando chulo el cuarto/la casa (es lo mismo).

Jam Session en Delirum Tremens


Ayer hicimos una salida nocturna al Delirium Tremens. Lo de 'Café' que aparece en el letrero es para despistar, ya que este bar tiene el récord Guiness de disponer en su interior más cervezas que ningún otro en el mundo. Los jueves hay jam session y las cervezas son más caras que de costumbre (y de costumbre ya te las cobran bien). Van subiendo los que quieren a tocar y van rotándose. Por lo general, el que sube al escenario hace versiones de temas famosos, pues no se trata de aparecer y cantar lo último de tu nuevo disco...

Al menos pude disfrutar de perlas como 'Should I stay or should I go', de The Clash, 'Basketcase', de Greenday, o la increíble versión del 'You really got me' de The Kinks.

Por desgracia, ayer los planetas se alinearon con la intención de joderme. En dicho bar iba a estar una chica belga con la que estoy en trámites de acercamiento. Qué sorpresa descubrir que está dentro también una chica de Madrid, con sus amigas, con la que estuve, pero con la que no quiero nada más, aunque ella está empecinada en no verlo. Al poco de llegar, baja las escaleras una mexicana linda que me tira los trastos, que me invitó a una fiesta el domingo pasado, a la que no fui y no avisé. (Joder, estaba haciendo turismo con Héctor, quién se iba a acordar). Al final, después de hacer malabares, la mexicana no me vio, la belga ya se había ido y he quedado con ella el sábado por SMS, y me lié al final de la noche con la chica de Madrid. Una equivocación muy rubia y cariñosa, lo sé, pero hay que estar al quite todo el rato y me cansaba, así que levanté las manos y grité 'me rindo'.

Hoy ha sido una fiesta levantarme para ir a clase. Y las tres horas que me quedan de 14h a 17h van a ser guapas también... Au revoir, como dicen por aquí

jueves, 7 de diciembre de 2006

Hola corazones de otoño,



¡Al fin cuelgo una foto! Esto es el Atomium de noche. Está un poco alejado, pero merece la pena verlo. ¿No Héctor?.
Acabo de despedirle en la estación de tren de Midi en Bruselas. Tranquilos, él no se coge un tren hasta España. Héctor se monta en el último autobús que le lleva a Charleroi (Charleroi no es el aeropuerto de Bruselas, no cometáis ese grave error) donde pasará la noche, y de donde su avión despega a las 6:30...
...Destino a Gerona, y aterrizaje previsto a las 8:20. A las 8:30 sale el bus que le lleva a la estación de autobuses de Barcelona...
Hora de llegada a Zaragoza hacia las 14:30.
¡Gracias por venir a verme Héctor! ¡y por la botella de Cointreau!

Espero ir construyendo esto poco a poco, colgar fotos mejores, contar cosas interesantes, o por lo menos, contaros cosas. Como dicen por aquí, au revoir!

miércoles, 6 de diciembre de 2006

Con lo que me he reído de los blogs...

Con lo que me he reído de los blogs... y aquí estoy, creándome uno. Ya me está jodiendo que no me deja cargar una foto del Atomium. Esto va a estar bien... con lo que me gusta perder el tiempo con los ordenadores.